Cada jugador es un mundo y cada partido diferente al anterior. Sin embargo, siempre se dan errores comunes y lances del juego que hacen que la balanza del resultado caiga de un lado u otro. Esto ocurre especialmente a nivel amateur, donde se pueden ver fallos típicos en situaciones que se repiten y que marcan la diferencia de nivel. Aspectos que no tienen nada que ver con la técnica, pero que terminan siendo determinantes para ganar o perder un partido.
Por eso mismo, hoy traemos una serie de consejos útiles que te ayudarán a ganar más partidos, ya sea en partidos del día a día o incluso en torneos. No son milagros, son pequeños detalles a tener en cuenta y sobre los que trabajar poco a poco. Además, se tratan de aspectos en su mayoría mentales, por lo que no terminarás este artículo con una mejor bandeja o volea, pero sí con varios conceptos del juego a mejorar.
Consejos para ganar partidos:
No te confíes, la técnica no lo es todo
“Pero si mi rival es peor que yo, ¿cómo es posible que me vaya ganando?”. A todos nos ha pasado esto alguna vez. Ya desde el calentamiento empezamos a sacar prejuicios de los contrincantes que, si bien en algunas ocasiones pueden servir para encontrar puntos débiles, en otras solo hacen que nos confiemos y bajemos el nivel.
Todos conocemos a alguien un poco torpe, pero que juega bastante bien. Esto se da porque en el pádel, la técnica no lo es todo. Se trata de un deporte muy mental, donde influyen muchos aspectos. Además, en la mayoría de ocasiones a nivel amateur, termina ganando el que menos errores comete. Si el rival, independientemente de su nivel, falla menos que tú, probablemente terminará ganando. Así que, antes de sacar conclusiones precipitadas y confiarte, piensa que hasta el más torpe es capaz de vencerte si no das el máximo de ti.
Sacar y restar es fundamental, no lo olvides
En el pádel es muy importante tener trabajados todos los golpes y no dejar ‘olvidado’ ninguno. Esto suele suceder con el saque y el resto, que son eclipsados por la bandeja, volea o remate. Sin embargo, hay que tener en cuenta que todos los puntos inician con estos dos respectivos golpes, que son los que marcan el devenir del juego.
Ya no es solo una cuestión de trabajar el gesto o el golpeo, sino también pensar qué se quiere conseguir con ellos. El saque es la principal ventaja del que tiene el servicio para empezar atacando, hay que buscar ganar la iniciativa con él.
En cuanto al resto, tiene que ser siempre fiable. Perder puntos por restar mal es regalar al rival media victoria. Además, también es importante pensar en los lugares ideales a los que enviar este golpe para que sea efectivo.
Todos los puntos son importantes
No todos los puntos en un partido son igual de importantes, pero todos los puntos son importantes.
Está claro que un 40-40 con 4-4 en el marcador no es lo mismo que un 15-0 con 2-1, pero, muchas veces, los jugadores tendemos a menospreciar ciertos puntos que podrían ser determinantes para el resultado final. Esto ocurre sobre todo al inicio de los juegos, donde parece que el error no cuesta tanto, pero en realidad es acercar al rival a su objetivo. Concentración máxima en cada pelota, porque todos los puntos cuentan.
Nunca des nada por perdido: ni puntos, ni juegos, ni partidos
El consejo anterior enlaza con este, porque muchas veces damos por perdido juegos o partidos y bajamos nuestro nivel de tensión. Mal hecho. Este deporte es impredecible y por cualquier detalle puede cambiar el devenir de un partido.
En cuanto a los puntos, es evidente. No hay más que ver a los profesionales para darse cuenta de que el pádel consiste en darle una vida más a cada pelota. Siempre hay que intentar llegar a todo, aunque parezca imposible.
Para los juegos, suele ocurrir que con 40-0 ambas parejas se relajan. Unos porque lo dan por ganado y se permiten el lujo de tener errores y otros porque ya lo ven perdido y no pasa nada si se falla. Sin embargo, cualquier regalo de este tipo puede dar vida al contrario o echar por tierra una posible remontada.
Los partidos, más de lo mismo. Cuando todo parece perdido, siempre hay la posibilidad de que el partido dé un vuelco en cuestión de segundos. En la historia de la competición profesional hay miles de ejemplos de enfrentamientos cuyo desenlace es diferente a lo que todo hacía indicar. Hasta que no se canta juego, set y partido, hay esperanza.
Controla la velocidad y fuerza de tus golpes
En el tenis, la mayoría de veces lo más importante es imprimirle la mayor fuerza posible a cada golpe con el objetivo de que el rival no sea capaz de llegar. En el pádel, la presencia de las paredes lo cambia todo. Muchas veces es mejor darle suave para que la pelota coja poco rebote, que tirar una bola rápida que se convierta en una oportunidad de contraataque. Por ese motivo, es muy importante controlar la velocidad de cada golpe.
Con las bandejas, víboras y remates hay que tener especial cuidado, porque una mala ejecución o decisión supone perder el punto. Lo que se busca siempre en este deporte es complicar lo máximo posible la devolución del rival, por lo que una pelota lenta a una zona complicada se vuelve mucho mejor que un smash poco potente. No te obceques, prioriza el control y la precisión y reserva la potencia para cuando toque.
Desde el fondo, no te la juegues
Mismo caso que el anterior. En el tenis, muchos winners se hacen desde detrás de la línea, pero en el pádel, es muy complicado que esto suceda. Por eso mismo, aunque sea tentador intentar un golpe ideal desde el fondo, piénsatelo dos veces antes de hacerlo.
La fase defensiva está para eso, para defender. Si el rival no es capaz de ganar el punto por sí mismo, no le regales un error. Lo importante es que la pelota pase la red, por eso, busca pelotas bajas sin riesgo o globos seguros para que sea el contrincante quien tenga que hacer méritos para ganar.
Tómate tu tiempo para pensar
El pádel es un deporte donde la cabeza juega un papel fundamental, por eso mismo, es importante aprovechar cada pequeño momento para pensar. ¿En qué estoy fallando? ¿En qué está fallando el rival? ¿Cómo estamos ganando puntos?…Y a partir de esas preguntas, empezar a plantear posibles soluciones. También es importante comunicar esos pensamientos al compañero, pero no sin antes estar seguro de lo que decir.
Los mejores momentos para pensar pueden ser el tiempo entre puntos, los saques o los cambios de lado. También las pausas para beber o descansar. Es importante aprovechar cada minuto para reflexionar e intentar manejar la táctica del juego. Parece una tontería, pero tener claro por dónde va el partido es fundamental para saber qué hacer en cada momento.
Así que estos son los siete consejos para lograr ganar más partidos. No te cambiarán la vida, pero sí te harán un jugador más completo y, por ende, un mejor jugador.
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