Hay jugadores por los que el público siente un especial cariño. Los aficionados siempre tienen a sus favoritos y eso se nota en cada torneo. Hay algunos, como Paquito Navarro, que llevan muchos años notando ese cariño y hay otros, como Fede Chingotto y Momo González, que se lo han ganado en los últimos tiempos. En el caso de estos dos, han decidido unirse para formar la que puede ser una de las duplas más queridas de la historia del pádel. El carisma, entrega y juego de ambos ha conquistado a todos los amantes de este deporte, que ya desean verles competir en la pista.
Sin embargo, los partidos no solo se ganan con el apoyo de la gente, por lo que el de Olavarría y el de Antequera deberán sacar su mejor versión para alcanzar sus objetivos. Su funcionamiento en pista es una incógnita y no sabremos hasta la primera prueba del año cómo jugarán juntos, pero lo que está claro es que hay muchísima expectación por ver hasta dónde son capaces de llegar Chingotto y Momo.
Análisis de Fede Chingotto y Momo González
Todos dábamos por hecho que Fede Chingotto jugaría en 2024 con Alejandro Galán. Los rumores de separación del madrileño con Juan Lebrón apuntaban a una pareja con ‘El Ratón’, pero finalmente los exnúmeros uno decidieron seguir juntos. Chingo, que ya había cerrado su etapa con Paquito, tuvo que buscar un nuevo compañero, que ha terminado siendo Momo González.
El antequerano viene de un año muy intenso. Comenzó con Álex Ruíz, pero la pareja se rompió y tuvo que jugar con Mike Yanguas. Sin embargo, tras solamente un torneo, recibió la llamada de Sanyo Gutiérrez y comenzó ahí un proyecto que fue de más a menos. Finalmente, tras separarse del argentino, disputó el final de temporada con Javi Garrido. Estos últimos meses ha jugado en la derecha, en un experimento que, a pesar de los resultados, ha salido bastante bien. No obstante, Momo ha afirmado no sentirse igual de cómodo, por lo que ha decidido volver al revés junto a Fede Chingotto.
Se juntan así dos grandísimos jugadores que vienen de su mejor temporada como profesionales y que seguro darán mucha guerra en este 2024.
Puntos fuertes
Para empezar, hay que hablar de su gran momento de forma, porque ambos están en su prime. Chingotto terminó el año a un nivel increíble, ganando el Master Final y siendo el MVP del torneo. Momo, por su parte, ha dado un salto increíble, pasando de ser un jugador de octavos de final, a ser una de las grandes referencias del circuito en poco tiempo. Que se junten en este momento de plenitud puede suponer grandísimos resultados.
A nivel de juego, van a ser una pareja muy guerrera. Su gran punto fuerte será la defensa y la velocidad de juego, porque son dos jugadores capaces de devolver cualquier ataque del rival y subir a la red con rapidez cuando se presenta la mínima oportunidad. Llegan a todo y son rapidísimos, tanto en ataque, como en el fondo de pista. Además, están acostumbrados a un gran ritmo de juego, por lo que obligarán al rival a adaptarse a ello o cometer más errores.
La mentalidad también será una de sus grandes bazas. No se dan por vencidos fácilmente y pelean cada bola hasta el final. Tampoco son de esos que se les vea criticar al compañero, por lo que podrán entenderse fácilmente dentro de la pista. Todo esto ayuda también a conseguir algo muy importante en el pádel actual: la regularidad. Si son capaces de mantener su nivel de la temporada pasada, van a estar torneo tras torneo peleando por títulos.
Puntos débiles
En cuanto a puntos débiles, hay uno claro que se nos viene a todos a la cabeza: el smash. Ninguno de los dos tiene un remate que les permita finalizar puntos con facilidad. Eso limita bastante su capacidad ofensiva, lo cual puede ser un gran problema en citas donde este golpe tenga bastante importancia.
Además, ya no es solo el tema de rematar, sino que tampoco destacan por tener demasiadas armas en ataque. Son jugadores que ganan puntos por su velocidad en la red, fiabilidad en sus tiros y lectura de juego, pero no tienen un gran repertorio de golpes con los que terminar partidos por la vía rápida. Lo pueden suplir con otras características, pero tendrán que trabajar cada victoria pelota a pelota.
Como otro punto negativo está la altura. Chingotto es de los jugadores más bajos del circuito y Momo no es especialmente alto. Esto les limita mucho a la hora de contragolpear los remates que reciban.
Por último, la falta de experiencia en grandes citas les puede condicionar en determinados momentos. Si bien son dos jugadores que llevan mucho tiempo compitiendo a nivel profesional, no han estado peleando por títulos hasta hace poco y eso puede ser una ventaja para otras duplas como Lebrón y Galán o Paquito y Sanyo, acostumbrados ya a esa presión.
¿Hasta dónde pueden llegar?
El éxito o fracaso de la dupla dependerá, en gran parte, de cómo esté Momo González. Chingotto sabemos a qué nivel va a estar y cuáles van a ser sus fortalezas o debilidades, pero con el andaluz hay más incógnitas. Si en 2024 vemos a un Momo pegador, agresivo y diferencial, es seguro que estarán peleando por todo en cada torneo. Sin embargo, si no vemos esa versión protagonista y atrevida, el techo de la pareja estará mucho más bajo.
El espejo en el que deben mirarse, por cualidades y características, son los Superpibes.
A priori, no estarán para pelear en número uno, pero sí podrían llegar a finales con regularidad, llegando incluso a ganar alguna prueba. Algo parecido a lo que hacían Chingotto y Paquito en el último tramo de la temporada. Una pareja sólida y dura que luche por darle sustos a las tres primeras duplas.
Su primer objetivo será asaltar la cuarta posición del ranking, ya que parten como quintos y, a partir de ahí, intentar aprovechar cualquier bajón que tengan las tres primeras. Además, no tienen nada que perder, puesto que no tienen esa presión de luchar por el uno y en el peor de los casos están entre las ocho primeras.
En cualquier caso, será una pareja muy querida y que seguro nos dará mucho espectáculo y emoción.
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