Como ocurre en la gran mayoría de los deportes, dedicarse a ellos profesionalmente no está al alcance de todos. Los factores que influyen son muchos y muy variados y deben darse todos ellos. Si quieres convertirte en jugador de pádel profesional, entonces sigue leyendo, porque esto te va a interesar.
En una primera idea puede parecernos una opción maravillosa para ganarnos la vida durante los próximos años, pero lo cierto es que, como bien advierte el dicho, no es oro todo lo que reluce.
El pádel, un deporte en pleno auge
Si consultamos los datos, el último informe “Global Padel Report” coloca al pádel como uno de los principales deportes a día de hoy y va todavía más allá: es el que más crece en el mundo, empezando a superar incluso al tenis.
Es algo que se extiende a todos los niveles, tanto en el amateur como en el profesional. El número de pistas está multiplicándose a pasos agigantados, en Europa ha alcanzado más de un 20% de crecimiento anual.
Asimismo, la audiencia del pádel profesional también está aumentando de manera constante. No solo nos referimos al número de visualizaciones, sino que es algo que podemos ver en la asistencia a los torneos y en el número de seguidores, cada vez mayor, que los jugadores tienen en redes sociales.
¿Qué necesitas para ser jugador de pádel profesional?
Todo ese crecimiento también implica que cada vez son más las personas que se animan a empezar a practicarlo como aficionados, así como las que se plantean hacer del pádel su profesión. Si es tu caso, te ayudará mucho conocer qué es lo que necesitas para alcanzar tu sueño.
Bien, empezamos por lo más lógico: dedicación. Es algo que todos sabemos, pero muy pocos son los que verdaderamente consiguen tenerla. En primer lugar, la pala debería estar en tus manos desde muy pequeño y no es fácil tener constancia a esa edad.
Otra realidad que tienes que marcar en tu mente es que serán muchas las cosas a las que tienes que renunciar. Probablemente, no podrás tener la misma vida que tus amigos y tendrás que decir que no a planes que te gustaría hacer. No te dejes llevar por esto, vale la pena si tienes claro a dónde quieres llegar.
Busca dar clases de pádel
Parece algo que todos saben de sobra, pero no está de más recordar lo importante que es recibir clases de pádel. En ellas adquirirás técnica, ritmo de partido, experiencia y mucha inteligencia durante el juego.
Los entrenamientos tienen que ser constantes y van a ocuparte mucho tiempo de tu día a día. Conforme vayas avanzando en tu formación y tu nivel, verás como, incluso, empiezas a plantearte si renuncias a otros trabajos y apuestas al 100% por el pádel.
El coste económico para convertirte en jugador de pádel profesional
Aquí es donde entra en juego el sacrificio. No solo en tu vida social y laboral, sino también en la económica. Poco a poco te darás cuenta del desembolso que requiere recibir clases de manera frecuente y equiparte con un material deportivo de calidad.
Sin embargo, no basta el entrenamiento dentro de la pista, sino que también tienes que esforzarte por tener una buena forma física y, para ello, algo muy importante es la preparación física enfocada al pádel.
Las ventajas y desventajas de ser jugador de pádel
Al igual que en todas las disciplinas deportivas que se practican a nivel profesional, es vital tener la mente fuerte y preparada para levantarte una y otra vez, incluso en los momentos que creas que todo ese esfuerzo ha sido en vano y que ya está todo acabado. Ahí es cuando hay que sacar la fortaleza psicológica.
Además de esa gran carga cerebral, uno de los principales inconvenientes es el salario de los jugadores profesionales. Estas cifras proceden de los premios que consigas ganar y, en mayor medida, de la publicidad.
En el caso de los principales jugadores, estos pueden permitirse dedicarse exclusivamente al pádel. Para quienes acaban de empezar o los que nunca logran llegar a los primeros puestos, la realidad es algo diferente. Es probable que no puedan optar a que esa sea su única fuente de ingresos.
No te rindas
A pesar de lo duro que sea el camino y de los obstáculos que te encuentres en el transcurso de este, así como los que también puedan aparecer una vez en la meta, al final verás cómo lo positivo te pesa más.
Te pagan por hacer lo que te gusta, disfrutas cada día con ello y has conseguido que tu pasión sea, al mismo tiempo, tu profesión. Tan solo unos cuantos privilegiados son capaces de llegar hasta ahí, así que, si tienes claro que quieres ser uno de ellos, no dejes nada por dar y nunca te rindas. No importa lo que se interponga.
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