Existen muchos factores que condicionan la forma en la que jugamos durante un partido y gran parte de ellos ni siquiera los tenemos en mente. El terreno de juego es un aspecto que influye en prácticamente todos los deportes, y en el pádel, como no podía ser de otra forma, también influye el tipo de pista de pádel en el que se juega.
Si echamos un vistazo a otras disciplinas deportivas, el tenis es un claro ejemplo de ello. En este caso se ha aceptado tanto el efecto de la superficie sobre la que se juega que hay jugadores más o menos especialistas en ciertos torneos en función de este elemento.
Los tipos de pista de pádel
Como bien sabemos, el pádel es herencia del tenis en buena parte de su esencia. Por eso, al igual que en su antecesor, en él existen distintas superficies sobre las que se pueden disputar sus partidos.
Sin embargo, en lo que respecta al pádel profesional, lo cierto es que todos los torneos de los circuitos se disputan sobre césped artificial de última tecnología como forma de igualar las condiciones. El pádel amateur, en cambio, presenta mucha más variedad en cuanto a los tipos de pista en los que jugamos.
De entre las principales diferencias existentes entre ellos, una de ellas es la superficie. Aquí distinguimos, sobre todo, entre pistas de cemento y pintas de césped artificial. Aunque son menos frecuentes, también las hay de hormigón poroso o de resina sintética.
No solo eso. Dentro de las pistas de moqueta también presentan calidades diferentes y, especialmente, algo que hay que tener muy en cuenta es la presencia de arena, así como su cantidad y su distribución. El transcurso del partido y la forma de enfrentarlo puede verse afectado por todo esto.
Así influye el tipo de superficie al juego
Cabe aclarar que en las pistas de cemento la pelota va más rápido y tiene más bote. Como consecuencia, los puntos, por lo general, tienden a ser más cortos y es más sencillo sacar la pelota de la pared. Sin embargo, el desgaste físico de los jugadores es mayor.
A la hora de planear un partido en este tipo de pistas es importante saber que lo ideal es tratar de buscar un juego agresivo, apostar por la potencia más que por el control y, principalmente, puntos cortos que ayuden a abreviar la duración de los partidos.
A día de hoy, lo más habitual es jugar en pistas de césped artificial. Respecto a ellas hay que destacar que requieren un mayor mantenimiento y un buen reparto de la arena para que ofrezcan la amortiguación necesaria.
Estas superficies son más lentas y, por lo tanto, la bola bota menos. Por esta razón, necesitaremos ejercer un mayor control de la pelota. En este caso, además, también es posible deslizarse y, así, desplazarnos por la pista con mayor rapidez.
El efecto de las paredes de cristal o de cemento
El material con el que se fabrican las paredes es otro de los aspectos que tienen gran influencia sobre el juego. Pueden ser de cristal o de cemento y la principal diferencia entre ambas es el rebote que la bola tiene en cada una de ellas.
Sobre las paredes de cemento, la pelota da un menor rebote, puesto que absorben una mayor cantidad de impacto. En el caso de las paredes de cristal, la pelota sale disparada a una mayor velocidad, por lo que nos requerirán más rapidez y reacción.
El juego en pistas con paredes de cristal siempre va a ser más rápido y, en cierto modo, nos obliga a intentar pasar al ataque y ganar la red. Es recomendable, por lo tanto, abusar algo más de fuertes golpes como los remates.
Si jugamos en pistas con paredes de cemento, los puntos se disputarán más pegados a la pared de fondo. Sabiendo esto, lo más útil es ejecutar golpes cortados que no salgan mucho y obliguen al rival a mantenerse en la defensa.
Las pistas outdoor o indoor
Sin lugar a dudas, lo que más notamos los jugadores son las diferencias de jugar en una pista de pádel cubierta o en una al aire libre. Las primeras, conocidas como indoor, tienen como principal inconveniente la altura del recinto. Esto influye, sobre todo, a la hora de tirar el globo.
Las conocidas como outdoor no tienen este problema. En ellas podemos hacer globos kilométricos, pero entran en juego las condiciones climatológicas. El viento, el sol o una leve lluvia pueden generarnos algún que otro problema durante nuestros partidos.
Sabiendo todo esto, es importante que los jugadores tengamos la técnica necesaria para saber adaptar nuestro juego a los muchos condicionantes que entran en juego en los diferentes tipos de pista de pádel. De este modo, seremos lo más parecido a un jugador todoterreno que se van a encontrar nuestros rivales.
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