Solo jugaron 2 torneos en 2018 por las lesiones de sus respectivos compañeros pero les fue tan bien que se prometieron en un futuro, cuando fuese posible, reunirse de nuevo para luchar por los mismos objetivos. Ese momento ha llegado y Paquito Navarro y Pablo Lima competirán juntos en el World Padel Tour.
Ambos jugadores decidieron separarse de sus respectivos compañeros y afrontar por ese proyecto en el que han depositado toda su confianza.
La dupla hispano-brasileña partirá como pareja número 2 en el circuito profesional pero tendrán a tiro, desde este Cervezas Victoria Marbella Master, el liderato del ranking. Y es que tan solo están a 120 puntos de Ale Galán y Juan Lebrón, la pareja que parte como primera en la parrilla de salida.
Claro que para conseguir su objetivo de acabar la temporada en primera posición
- Experiencia y madurez. Ambos jugadores han confiado en un compañero con más tablas y experiencia en el circuito. Tanto Paquito, con 31 años recién cumplidos, como Lima, con 34, están en el momento más sólido y estable de su trayectoria en el World Padel Tour.
- Nivel ofensivo. Es cierto que ambos jugadores pierden la pegada descomunal que tenían con sus antiguos compañeros. Sin embargo, tanto el español como el brasileño no van nada mal por arriba y suelen seleccionar muy bien sus golpes, no abusando de rematar a la mínima de cambio.
- Pareja formada por líderes. Ambos jugadores eran los líderes de sus anteriores parejas y llevaban el peso del partido en los momentos más críticos. Ahora juntos compartirán esa responsabilidad.
- Juego elaborado. Ambas parejas construyen los puntos a la perfección y no se desesperan cuando les toca defender. No son jugadores que se vuelvan “locos” y suelen trabajar mucho el punto hasta que llega el momento de cerrarlo.
¿Funcionará esta pareja? Algunos de nuestros colaboradores opinan
Con el recuerdo de los dos torneos que jugaron en 2018, se han buscado Paquito Navarro y Pablo Lima para afrontar la temporada 2020. Para ello, ambos tomaron una decisión de cierto riesgo: poner fin a los proyectos exitosos que tenían con Lebrón y Galán, respectivamente.
Porque lo cierto es que los resultados avalaban la continuidad de sus respectivas aventuras del pasado curso.
Sin embargo, los dos jugadores han optado por buscar más estabilidad en el juego aun a costa de renunciar a la explosión ofensiva que les aportaban sus exparejas. Y, también, asumir menos desgaste psicológico ya que se repartirán entre los dos el liderazgo de la dupla.
Paquito y Lima forman una pareja de juego consistente y punzante. Menos eléctricos que sus anteriores acompañantes, tendrán menos pegada (aunque los dos tienen un remate notable) y más elaboración. Gobiernan muy bien el duelo desde el fondo, no se apuran nunca y saben encontrar la vía correcta para desplegar su ofensiva.
El sevillano terminó la temporada pasada como número uno. El brasileño, tras su ruptura con Bela, recuperó su mejor versión y fue el único jugador del circuito que, realmente, mantuvo una jerarquía de número uno.
El momento de madurez en el que ambos se encuentran multiplica aún más sus opciones en un año de máxima exigencia.
Me gusta siempre insistir en que el pádel es un deporte de equipo. De dos jugadores, sí, pero de equipo. 2020 se le presenta a Paquito Navarro como la oportunidad de aprovechar la carta adecuada. Lima ya no es el derecha que acompaña a Belasteguín, si es que alguna vez lo fue. Es un tipo competitivo hasta doler, ha evolucionado su pádel a la modernidad y es un profesional en lo largo y ancho del término.
Si uno imagina la pareja de pádel como la sentimental, el sevillano ha ido desterrando cosas que no le terminan de llenar aunque resultaran divertidas e incluso exitosas. No quiere mujeres despampanantes en su vida. Prefiere la madurez, la entrega y el amor de la chica del grupo que no destaca por el físico aunque sea guapa, sino por su conversación. O por su responsabilidad. De todas las pruebas que el pádel mundial nos presenta esta temporada, Lima-Navarro es la menos aleatoria. Ya demostraron que funcionó, que ambos pueden ganar puntos, aunque saben dónde se cuece lo importante del partido. Presumiblemente, la pareja a batir en cuanto a la regularidad, pero, ojo, una relación va más allá de la fase de enamoramiento. ¿Esta vez sí, Paquito?
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