¿Hasta dónde pueden llegar Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez?

Cada vez queda menos para que arranque la nueva temporada y la expectación con respecto a este apasionante 2024 es máxima. El circuito de Premier Padel dará comienzo a finales de febrero, estrenándose como la única referencia del pádel profesional. No será hasta entonces que podamos ver a las nuevas parejas compitiendo sobre la pista, así que de momento solo podemos analizar los puntos fuertes, débiles y expectativas con respecto a cada una de estas nuevas duplas.

Una de esas nuevas parejas es la formada por Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez. El revés andaluz y el drive argentino son dos de los mejores de la historia de este deporte. Su talento y carisma les han llevado a ser auténticas referencias para cualquier aficionado y es por eso que es una de las duplas que está generando más hype en esta pretemporada.

Análisis de Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez

Tras varias semanas de muchos rumores, Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez confirmaron el 23 de diciembre que empezarían juntos el 2024. Se trata de la segunda vez que compartirán pista, tras haber sido compañeros durante dos años, en 2016 y 2017. En esa primera etapa, pelearon el número uno contra unos imbatibles Bela y Lima y fue finalmente el carácter de ambos lo que terminaría rompiendo la pareja. De hecho, en varias entrevistas en el pasado habían afirmado que sería imposible que volvieran a juntarse, pero ese pensamiento ha cambiado y la realidad actual demuestra que en el pádel nunca se puede descartar nada.

Comenzarán juntos esta temporada tras haber vivido un 2023 muy diferente en ambos casos. El andaluz arrancó mal junto a Juan Tello, pero ha acabado por todo lo alto con Chingotto, consiguiendo el Master Final en Barcelona. En cambio, Sanyo ha atravesado momentos de subidas y bajadas, con tres compañeros con los que ha ido de más a menos.

Ahora, vuelven a unir sus caminos para intentar repetir los éxitos que consiguieron en su primera etapa y demostrar que todavía tienen talento de sobra para pelear en la élite de este deporte. Para ello, partirán en este inicio de temporada como los cabezas de serie número 4.

Puntos fuertes

Los principales puntos fuertes de estos dos jugadores se basan en que ambos son muy buenos. Atesoran un enorme talento en sus muñecas, lo cual les facilita todo lo demás. Tanto a nivel ofensivo, como defensivo, tienen muchísimos recursos con los que podrán decantar la balanza de los partidos.

En ataque, hablamos de dos de las mejores bandejas del circuito y, posiblemente, las dos mejores víboras. Con estos golpes acostumbran a manejar los ritmos de los partidos. En cuanto al remate, no es el punto fuerte de ninguno de los dos, pero eso no quiere decir que no sean capaces de traérsela con facilidad si las condiciones así lo permiten. Además, tienen trucos de sobra con los que finalizar puntos sin problemas.

En cuanto a la defensa, son dos auténticos privilegiados. Desde el fondo de la pista tienen la calidad suficiente como para mover a sus rivales a su antojo, poniendo globos altos y profundos desde cualquier lugar.

Sus principales armas como pareja se ven potenciadas en las pistas lentas, que serán su gran baza para conseguir buenos resultados. El manejo del ritmo del partido, tanto en fase ofensiva, como defensiva, hacen que puedan ser capaces de dominar el juego y llevarlo al territorio que más les interesa.

Además, tienen mucha experiencia y eso es algo que sabrán aprovechar. Es posible que terminen ganando enfrentamientos por una cuestión de veteranía, como ya ocurría con Sanyo y Bela la pasada temporada.

Por último, cabe destacar la garantía que supone jugar con Paquito Navarro. El sevillano ha funcionado con todos los compañeros con los que ha jugado, a excepción de Juan Tello por los motivos que ya todos conocemos. Además, si ya fueron una gran pareja en su momento, ¿por qué iba a ser diferente ahora?

Puntos débiles

A pesar de su talento, esta pareja tiene algunos problemas que les pueden lastrar a la hora de conseguir grandes éxitos.

Lo primero de todo es su carácter. Aunque probablemente hayan hablado sobre este tema antes de juntarse, no dejan de ser dos jugadores muy temperamentales y pasionales, que ya tuvieron encontronazos por este motivo en su primera etapa y que podrían volver a tenerlos.

En segundo lugar, son una pareja bastante veterana, lo cual tiene su lado bueno y lado malo. En los últimos años las duplas que mejor han funcionado las componen dos jugadores jóvenes o la mezcla de uno joven y otro más experimentado, como Stupa-Lima, Coello-Bela o Sanyo-Tapia. Sin embargo, las parejas más veteranas no han terminado de funcionar.

Centrándonos más en el tema del juego, van a depender de que ambos encuentren esa versión más agresiva para conseguir resultados. Sanyo deberá sacar la varita con asiduidad y Paquito tendrá que tener más candela que nunca si quieren ganar muchos partidos, especialmente en pistas más rápidas. Aun así, seguirían estando un paso por detrás en cuanto a pegada con respecto a las principales parejas del circuito y eso les puede lastrar en algunos torneos.

Por último, hay que destacar el aspecto físico, porque, aunque puedan suplir la falta de velocidad con talento, podrían sufrir contra parejas más dinámicas que planteen partidos rápidos. Aparte, ninguno de los dos destaca por su resistencia, por lo que se les podrían complicar encuentros largos que se vayan a los tres sets. No dejan de ser pequeños detalles, pero que pueden marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de esta dupla.

¿Hasta dónde pueden llegar?

El propio Paquito ya avisó en la entrevista que le hicimos en Padel Addict hace unas semanas que luchar por el número uno iba a ser muy complicado. “Nuestro objetivo es molestar a las parejas de arriba y pelear por ganar algún título. De ahí en adelante, todo lo que venga será bienvenido“, fueron las palabras del andaluz, lo que ya nos indica cuáles pueden ser las aspiraciones de esta pareja.

En su momento funcionaron muy bien, pero repetir lo de aquellos años se antoja complicado. Sin embargo, no se puede descartar que vayan a ser una dupla muy potente en el circuito y que puedan estar entre los favoritos a ganar algunas fechas del calendario. En concreto, serán una gran amenaza en aquellas pistas donde el remate no sea tan importante, porque ahí son auténticos maestros del dominio de los partidos.

Llegados a este punto de sus carreras, lo mejor que pueden hacer es disfrutar jugando, porque a partir de ahí llegarán los resultados. Poner un objetivo a esta pareja o encajarla en un determinado puesto del ranking es difícil, pero lo más probable es que estén entre las seis primeras luchando por llegar a finales y ganando algunos torneos.

Lo que está claro es que ya hay muchas ganas de verles juntos compitiendo y sacando a pasear todo su talento contra los mejores del mundo. Ojalá les vaya bien, porque eso sería una grandísima noticia para el pádel.