Las principales diferencias entre el tenis y el pádel

Los deportes de raqueta disponen de un gran número de paralelismos que provocan que a veces sean relacionados erróneamente. Los amantes del deporte conocen profundamente las diferencias entre las distintas modalidades deportivas, pero, desgraciadamente, este grueso poblacional no es el global. También encontramos muchas personas que no practican deporte con asiduidad y que por, una falta de información, realizan asociaciones equivocadas.

Hoy queremos hablar de dos deportes que presentan un gran número de similitudes y no queremos centrarnos en las cosas que tienen en común, sino en sus diferencias. El primero, obviamente, es el que guarda relación con nuestra página web, el pádel; no podría ser de otra manera. Y el segundo será el tenis, un deporte que goza de mucha popularidad. Como ya hemos mencionado anteriormente, a priori puede parecer que los dos deportes guardan muchas cosas en común. Este hecho ha propiciado que tenistas de talla mundial como Roger Federer o Novak Djokovic –los principales para alzarse con el US Open– se hayan dejado ver con una pala de pádel entre sus manos.

En nuestra web ya realizamos una comparativa entre las pelotas de tenis y de pádel, junto con sus diferencias inherentes. Hoy queremos ir un paso más allá y queremos explicar las diferencias en una escala de profundidad mayor.

El primer elemento a destacar es sin duda la raqueta. Cuando comparamos las dos herramientas que se aplican para practicar ambos deportes ya vemos que son muy diferentes. La raqueta de tenis destaca por las cuerdas que presenta y por su gran tensión. Esto provoca que la pelota pueda ser golpeada con mucha velocidad, hecho coherente si tenemos en cuenta el tamaño de la pista. Las raquetas del pádel, en cambio, son palas, y como su propio nombre indica ya nos encontramos ante un objeto diferente. La pala está conformada por una serie de materiales diversos que van desde el carbono hasta la fibra de vidrio.

El segundo elemento interesante que hay que mencionar es la pista. La de tenis es mucho mayor, y requiere un tamaño determinado: 23,77 metros de largo y 8,23 metros de anchura. En caso de que se practique un partido de dobles la anchura aumenta hasta los 10 metros. El pádel también presenta unas dimensiones homologadas que son 20 metros de largo por 10 de ancho. El tamaño de la pista no es el único elemento diferencial, ya que el pádel presenta una serie de cristales alrededor que se convierten en una herramienta indispensable del juego. La pelota puede rebotar en ellas, convirtiendo el deporte en un juego mucho más dinámico. En el tenis la forma física se basa mucho más en la cobertura de un espacio ancho a gran velocidad, mientras que en el pádel destacan los movimientos rápidos y los reflejos felinos. Los materiales utilizados, a la hora de construir las pistas, también son ligeramente diferentes. En tenis encontramos principalmente el césped natural, la tierra batida, la pista dura o la de creación sintética. En el pádel, en cambio, destacan dos materiales por encima del resto: el hormigón y el cemento.

Si hemos analizado las diferencias de la pista a escala numérica, también hay que hablar de la altura de la red. En las dos modalidades deportivas este es un elemento trascendental, pero como se puede imaginar, también presenta elementos diferenciales. Y estas desigualdades radican en su altura. En tenis, la altura de la red se encuentra a 0,914 metros del centro y a 1,07 metros en los laterales, al pádel, en cambio, se encuentra a 0,88 metros del centro y a 0,92 metros de las zonas laterales.

En el ámbito de la normativa, más allá de las paredes o muros que hemos comentado anteriormente, también destaca el servicio. En tenis debemos realizarlo antes de que el balón toque el suelo, intentando que sea lo más potente posible. En el pádel, sin embargo, es normal votar la pelota antes de golpearla, realizando un servicio de abajo hacia arriba. En tenis se trata de un movimiento definitorio que puede ayudar a determinar el triunfo o la derrota de un punto, mientras que el pádel es un elemento que simplemente marca el inicio de una nueva batalla.

Como hemos podido comprobar, las diferencias entre el tenis y el pádel son muchas. De acuerdo con nuestras inquietudes o gustos personales podemos optar por practicar uno u otro. Cabe destacar también que son dos modalidades deportivas plenamente complementarias, y que un jugador hábil en relación al tenis seguramente también lo será en el pádel -y viceversa-. Todo es cuestión de ensayo y error.