Éramos muchos los que esperábamos este momento. Por fin podemos volver a las pistas, a los entrenamientos, a las pachanguitas con los amigos y también a las cervezas de después. Han sido 2 meses, pero a algunos se nos ha hecho mucho más largo.
La mejor manera de celebrarlo, además de acudir a nuestro club favorito, es seguir siendo responsables como hasta ahora. Y no solo con los demás y las medidas de higiene, sino con nosotros mismos.
Este periodo de inactividad pasa factura, y lo veremos el mismo día que volvamos a jugar nuestro primer partido post-cuarentena. Por eso debemos ser cautos y conscientes de nuestro propio cuerpo y forma física, para volver de manera segura y paulatina, evitando así desafortunadas lesiones que nos vuelvan a dejar parados.
Consejos para la vuelta a las pistas de pádel
Dosifica tus ganas
Con la entrada en la fase 2 de muchas comunidades autónomas, se permitió la vuelta a los partidos de 4 jugadores. Esto se tradujo en una avalancha de reservas para los clubes. Pero hay que tener mucho cuidado y cautela.
Nuestro cuerpo, en las peores situaciones lleva 2 meses parado, y el pádel es muy exigente con las articulaciones, genera mucho impacto y estrés en tendones y ligamentos. No podemos pretender volver como si nada hubiera pasado y que no nos pase factura.
Además de procurar calentar antes del partido, debemos controlar las ganas de jugar que todos tenemos. Hay que bajar el ritmo y entender que no podemos volver a jugar la misma cantidad de horas y partidos semanales como hacíamos antes. Debemos controlar nuestras ganas y darle su merecida importancia al descanso.
Anímate a recibir clases
Si siempre te ha rondado por la cabeza recibir clases, pero por un motivo u otro nunca has encontrado el tiempo o las ganas, sin duda alguna esta es la situación ideal para decidirte, y tienes varios motivos para aprovechar este momento.
Por un lado, digamos que todos vamos a sufrir un ligero “reset” en nuestro nivel de juego. Los primeros partidos serán poco menos que lamentables. Habremos perdido todo nuestro feeling con la pala, así como la velocidad de reacción y de piernas. Puedes sacarle beneficio a esta situación, pues estarás mucho más receptivo a la hora de recibir correcciones y mejorar la técnica en los golpeos.
Por otro lado, y no menos importante, ayudará a tu cuerpo a adaptarse de nuevo a la rutina, no solo por la demanda física del propio entrenamiento, sino por un mejor entendimiento del juego y colocación en la pista, lo que repercutirá en una mejor predisposición tanto para la recepción de los golpes rivales y su consiguiente defensa, como para la óptima ejecución de los tuyos.
Ten paciencia con tu nueva pala
Una de las consecuencias de esta cuarentena se ha visto en reflejada en la paralización de la economía. Con el objetivo de paliar esta situación, muchos han sido los comercios online que han ofrecido numerosos descuentos para fomentar el consumo.
Si has sido uno de los que se ha hecho con una pala nueva aprovechando estas ofertas de pádel, ten en cuenta que una pala nueva siempre requiere cierta adaptación, pero ahora más que nunca.
Tú no tienes el nivel que tenías hace 2 meses. En un deporte como el nuestro dónde se requiere de mucho tacto y sensaciones, es muy fácil “perder la mano” tras un tiempo de inactividad. Pero no te preocupes, en un par de semanas volverás a recuperar tu nivel de juego, aunque quizás tardes algo más en el apartado estrictamente físico.
Por tanto, no es recomendable volver a las pistas estrenando una pala nueva y que te es totalmente desconocida. Lo único que conseguirás será frustrarte, pues no encontrarás la zona óptima de golpeo. Además de que tu brazo probablemente tenga dificultadas para moverla, ya no por el hecho de ser más o menos pesada o tener un balance distinto a tu anterior pala, sino porque tu cuerpo ha perdido esa costumbre, y seguramente algo de fuerza y masa muscular.
No son pocos los casos de gente con palas nuevas compradas en esta cuarentena, que las ponen a la venta tras la primera semana de la vuelta a las pistas, pues no les gusta o no son lo que esperaba.
Caemos una vez más en el error de culpar a la pala de nuestras carencias. Tienes que darle tiempo a tu cuerpo, a tu juego y a ti mismo para volver a la normalidad. Y una vez que te sientas como antes, podrás realizar un juicio más objetivo de tu nueva pala, y seguramente disfrutarla con más garantías.
Queremos saber tu opinión, ¿cómo ha sido para ti la vuelta a las pistas de pádel?
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