Seguro que en más de una ocasión has entrado en una discusión con tu compañero en medio de un partido de pádel después de que se metiera demasiado en tu lado. O puede que haya sido al revés. Tras ver los casos en los que podemos invadir el campo de los rivales, en este artículo vamos a daros algunos consejos sobre cómo y cuándo invadir la mitad de la pista de tu pareja te serán de gran ayuda.
La invasión del jugador del revés
Normalmente, el jugador colocado en el lado del revés es el que ocupa más campo. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así siempre. Es posible que el jugador de la derecha se meta mucho en el centro e, incluso, un poco más allá.
Lo más importante en estas situaciones, así como en la gran mayoría de las que te encuentras durante un partido, es la comunicación con tu compañero. Es muy útil que habléis antes de entrar en el 20×10 y dejéis claro el papel que tenéis cada uno respecto a las bolas del centro.
Interpretar cada punto del partido
A pesar de haber llegado a un entendimiento, os encontraréis en medio de puntos que no os dejarán más remedio que invadir la zona de nuestra pareja. Uno de ellos puede ser, por ejemplo, cuando nos toca cubrir el centro mientras nuestro compañero está defendiendo su paralelo. No tengas miedo a meterte en su lado.
Esto pasa, sobre todo, cuando estamos en la red. En el fondo de la pista no es tan común que abandonemos nuestra mitad de la pista, pero hay circunstancias en las que el rival encierra a nuestro compañero en el rincón y le viene bien nuestra ayuda para defender el centro.
Es por esto que, además de haber hablado este tipo de puntos antes del partido, también es importante que mantengamos una comunicación fluida durante su transcurso. De este modo, podremos apoyarnos cuando uno de los dos se encuentre en apuros. Sois un equipo y no se os debe olvidar.
La defensa del remate rival
Cuando alguno de los rivales efectúa un remate, la salida de la bola puede generar malentendidos. Hay veces que el golpe va al lado de nuestro compañero y aun así somos nosotros los que corremos. Es muy útil tener esto hablado antes de entrar.
En cambio, las parejas en las que esto no está tan coordinado pueden llegar a molestarse el uno al otro y dar lugar a que se materialice ese punto en contra. Centraos en interpretar bien cuál de los dos puede llegar a tocar la bola con más facilidad y, una vez más, mantened una buena comunicación.
El juego con un zurdo
A la hora de atacar, los globos al centro de la pista pueden generar falta de entendimiento e, incluso, alguna que otra pelea. Está claro que el jugador del revés quien entra mejor a este tipo de bolas, pero todo cambia cuando tu compañero es zurdo.
En estas ocasiones sí que es realmente importante comunicarse bien y claro. Es de gran ayuda ser conscientes de cuál de los dos tiene un juego más ofensivo o quién es más efectivo. Todo esto puede depender del momento del partido y de los rivales que tengáis en frente.
No deberías invadir el lado de tu compañero en estas situaciones
Apuesto a que alguna vez has tenido a alguien al lado que se cree sobradamente mejor que tú y que, por eso, se cree con la libertad de meterse cada vez más en tu lado. A veces no solo entra a las bolas del centro, sino también a las que vienen más pegadas al cristal lateral y son claramente para que las golpees tú.
De repente, ves a un loco que viene a toda velocidad a meterse entre tu pala y la bola. Lo que suele pasar en estos casos es que el golpe no es tan limpio y efectivo como él pensaba, deja una bola fácil y todo su lado libre. Claro, esto termina en peleas y malas caras.
Conciénciate en jugar mayoritariamente en tu mitad de pista, no invadir en demasía la de tu compañero y cubrir en ciertas situaciones en las que sea necesario.
Sea por lo que sea, ten en cuenta que no puedes dejar tu lado desprotegido. Acuérdate de que sois un equipo y que los dos tenéis que trabajar por igual si queréis llevaros la victoria del partido.
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