El pádel es un deporte en el que la táctica, tiene una importancia enorme. Jugadores con cierta habilidad defensiva, esos que no comenten errores y siempre te devuelven la bola sin importar como de fuerte se la envías, son contrincantes muy difíciles de batir incluso si no tienen grandes golpes o una técnica muy depurada.
“En pádel más gana el que menos pierde”. En la mayoría de partidos, con casi toda seguridad, el número de errores (forzados y no forzados) será mucho mayor que de golpes ganadores. Ya que cometeremos más errores que winners, vamos a sacar provecho de dichos errores para minimizarlos en el futuro.
Imagina que fallas una bola, tu reacción posterior es tirar la pala, insultarte a ti mismo; te preguntas, “¿cómo &%!*# he fallado esto?”. Podríamos decir que es una conducta habitual en situaciones de desventaja, son generadas por la impotencia y malestar que te produce la ansiedad que ha desencadenado esa emoción negativa, ahora te puedes preguntar: ¿Qué hay de positivo en todo esto? Desde el punto de vista psicológico sólo una cosa, canalizar el error para romper con él.
Descargar tu enfado no es negativo per se, debes analizarlo para romper con el pasado. Los tres segundos que le dediques a ese error deben ser para “despedirte de él“. Hay que hacerlo de manera que nos haga volver al partido lo más rápidamente posible. El error es una parte más del juego, como tal, tenemos dos opciones, la primera es aceptarlo y analizarlo, lo cual es lo correcto desde mi punto de vista. La segunda es cabrearnos, auto inculparnos y “machacarnos“, lo que nos conduce a un círculo de negatividad aumentando la probabilidad de volver a fallar.
Aceptando y analizando los errores, sabremos por qué hemos fallado, esto nos ayudará a saber qué mejorar ante situaciones similares, lo cual nos conduce a un círculo de positividad, ese círculo que atrae lo que suma, y nos ayuda a seguir rindiendo a tope.
Centrarte en el error de manera constructiva te hará mantener el control, serás el dueño del presente, el aquí y ahora del partido es lo único que cuenta.
Una manera muy sencilla de reconducirnos ante un error es en primer lugar descargarlo para expulsarlo, puedes dedicar 3 segundos a esa acción, una respiración honda que expulse el malestar, una auto instrucción positiva como puede ser: ¡Vamos! Y tú dirás, “¿decir vamos después de un error?”, efectivamente, decir “vamos” te centra en tu presente más inmediato de manera positiva, que es obtener el siguiente punto, sin embargo si dices “¡!/&#€¬|!” te estás quedando anclado en el pasado.
Una vez has descargado ese malestar por el error, toca analizar por qué se ha cometido, a esto puedes dedicar unos 3 o 4 segundos, por ejemplo, decirte:
- “He colocado mal la raqueta para golpear la bola”.
- “Debo adaptar la velocidad a la que golpeo”.
- “Mi posición es muy adelantada o muy retrasada”.
Por último dedica unos pocos segundos a buscar la alternativa adecuada para mejorar tu ejecución:
- Debo dar más (o menos) efecto a mis golpes.
- Debo adelantar o retrasar mi posición-
- Cuando tenga una bola asequible lejos de la red haré un globo, etc..
- Cuando tenga una pelota “fácil”, voy a por ella sin dudarlo.
Es algo muy sencillo que se puede aprender en los entrenamientos, que aumentara la probabilidad hacer mejores ejecuciones sobre la pista.
¡RECUERDA! Expulsa tu malestar, analiza por qué se ha producido y obtén la acción mental de la ejecución que te llevará a acertar cuando se repita esa acción.
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