Seguro que son muchas las veces te has encontrado en la tesitura de tener que defender a un zurdo (si no es así, lo será). Es muy común que nos sintamos algo perdidos cuando nos damos cuenta de que la mano buena del derecha de la otra pareja es la izquierda. Sobre todo si no estamos acostumbrados a enfrentarnos a ese tipo de rival.
La defensa en estos partidos es algo diferente a la que debes hacer frente a dos diestros. Hay ciertos aspectos a tener en cuenta y algunos consejos que, sin duda, te serán de gran ayuda. ¿Quieres saber cuáles son?
Consejos para defender a un zurdo
¡Cuidado con el centro!
En términos generales, el centro suele ser una zona de la pista a la que recurrimos mucho, tanto para lanzar un globo a la hora de defendernos, como para dirigir nuestra bandeja cuando queremos mantener la red.
Lo primero que debes hacer, antes de intentar enfrentarte a este tipo de partidos, es olvidarte del tan extendido concepto del “derecha pasabolas”. En las parejas en las que hay un jugador diestro y otro zurdo, es muy probable que ambos opten por un juego más ofensivo.
Esto se debe, principalmente, a que la “derecha” (o la mano buena) de los dos se encuentra en el centro y, de este modo, abarcan mucho más en esta zona de la pista que dos diestros. Por decirlo de alguna forma, podría ser como jugar contra dos reveses.
Teniendo eso en mente, una buena opción sería evitar los globos al centro, puede que estemos ante dos pegadores y ambos estarán esperando ese tipo de bolas para ejecutar el remate. Aunque puede haber un punto débil aquí… un globo provocativo entre la posición de un zurdo y un diestro podría dar lugar a confusiones.
Además, la peligrosidad de las bajadas de pared tiene un rango más amplio en este tipo de partidos. Todo globo que no vaya muy pegado a los cristales laterales puede volver a nosotros con mucha potencia o con un ángulo imposible de tapar.
Centra tu juego en los cristales
Sabemos, entonces, que el revés de los dos jugadores que tienes delante está pegado a los cristales. Jugar a los laterales siempre es una forma muy efectiva de dificultar la defensa rival, sobre todo porque el rincón puede hacer que la bola salga de una forma que no se esperan. En estos casos, lo es aún más.
En el momento de defender un golpe que venga directo de la pala de un zurdo, es muy probable que notes ciertas diferencias respecto a la de un diestro. Si tu posición de juego es el revés, ten cuidado con la pared lateral, puesto que cabe la posibilidad de que la bola se ajuste más a ella.
Por el contrario, si en lugar de tenerlo en paralelo, juegas en la derecha y estás cruzado con el zurdo, pon especial atención a las bolas del rincón, puede que su salida sea distinta a la que estás habituado.
Prepárate para correr
Como en cualquier otro partido, el momento del calentamiento es una buena ocasión para fijarnos en el juego del rival. Aquí podrás hacerte una idea, aunque algo superficial, de cuáles son sus puntos fuertes y que no te pillen por sorpresa.
Ya sabemos que es posible que estemos haciendo frente a un partido contra dos pegadores. No te asustes, basta con tener un buen físico y rapidez de piernas, o contar con la anticipación necesaria para alcanzar sus remates. En el caso de que reúnas estas tres características, entonces ahora céntrate en no perder de vista la bola.
Si las circunstancias del juego te obligan a tirar un globo corto al centro y ves armar a cualquiera de ellos, prepárate para correr y reza para que no se la traigan o la saquen por cuatro.
Ahora que conoces algunos consejos, tan solo te queda interiorizarlos, coger el teléfono, llamar a tu amigo zurdo y decirle que se busque pareja. Una vez en la pista… ¡Déjate llevar y disfruta!
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